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Suceso del cisne negro 2022
La teoría del cisne negro o teoría de los acontecimientos del cisne negro es una metáfora que describe un acontecimiento que llega por sorpresa, tiene un efecto importante y a menudo se racionaliza de forma inapropiada después del hecho con el beneficio de la retrospectiva. El término se basa en un antiguo dicho que presumía que los cisnes negros no existían, un dicho que se reinterpretó para enseñar una lección diferente tras el primer encuentro europeo con ellos[1].
La “teoría del cisne negro” de Taleb se refiere únicamente a los acontecimientos inesperados de gran magnitud y consecuencia y a su papel dominante en la historia. Tales acontecimientos, considerados extremos, desempeñan colectivamente papeles mucho más grandes que los sucesos regulares[2]: xxi Más técnicamente, en la monografía científica “Silent Risk”,[3] Taleb define matemáticamente el problema del cisne negro como “derivado del uso de la metaprobabilidad degenerada”[3].
La frase “cisne negro” deriva de una expresión latina; su aparición más antigua conocida es la caracterización del poeta romano del siglo II Juvenal en su Sátira VI de algo que es “rara avis in terris nigroque simillima cygno” (“un pájaro raro en las tierras y muy parecido a un cisne negro”)[4]: 165 [5][6] Cuando se acuñó la frase, se suponía que el cisne negro no existía. La importancia de la metáfora radica en su analogía con la fragilidad de cualquier sistema de pensamiento. Un conjunto de conclusiones se deshace potencialmente cuando se refuta alguno de sus postulados fundamentales. En este caso, la observación de un solo cisne negro sería la perdición de la lógica de cualquier sistema de pensamiento, así como de cualquier razonamiento que se siguiera de esa lógica subyacente.
Definición de cisne negro
La era de las “punto com” consistió en una recesión una vez que la burbuja estalló. Sin embargo, a pesar de la venta inicial, Estados Unidos acabó saliendo adelante con muchas empresas destacadas, sobre todo Amazon. Como tal, este es un ejemplo de un evento de cisne negro “positivo”.
Estadísticamente, la posibilidad de que un virus patógeno altamente transmisible tuviera como objetivo el sistema respiratorio era bien conocida e incluso documentada internamente por el gobierno de EE.UU. – sin embargo, de alguna manera, el brote se vio exacerbado por la escasez de máscaras, la falta de camas en los hospitales y el retraso en las respuestas.
Está claro que las pandemias no son predecibles de forma individual; sin embargo, el posible estallido de una y los efectos negativos tras su aparición podrían anticiparse (es decir, es improbable que ocurra, pero aún así podría prepararse).
En última instancia, no se puede predecir ni comprender por completo la causa de un cisne negro, ni cómo se desarrollará el acontecimiento, pero la cuestión es que deben tomarse medidas de protección en previsión de acontecimientos inesperados.
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Son situaciones que existen fuera del ámbito de lo posible, principalmente porque nada en el pasado sugiere que vayan a producirse. Son acontecimientos que superan con creces lo que normalmente se espera de una situación.
Uno de los elementos fundamentales de un cisne negro es la retrospectiva. A pesar de que nada en el pasado sugiere que un cisne negro esté a punto de ocurrir, la gente ideará explicaciones después de que el evento haya ocurrido que lo hagan parecer plausible y predecible.
La noción de cisne negro la hizo famosa el profesor de finanzas, ex operador de Wall Street y autor Nassim Nicholas Taleb. Su libro, titulado “El cisne negro”, sugiere que algunos acontecimientos catastróficos son imposibles de predecir y que tratar de preverlos puede hacer más daño que bien.
La idea es que, al suponer que podemos predecir los acontecimientos del cisne negro, nos hacemos más vulnerables a los acontecimientos reales del cisne negro. Dedicar demasiada atención, esfuerzo y dinero a algo que suponemos predecible significa que es más probable que nos sorprenda algo totalmente impredecible.
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Un cisne negro es un acontecimiento en la historia de la humanidad que no tiene precedentes y es inesperado en el momento en que se produce. Sin embargo, tras evaluar el contexto que lo rodea, los expertos en la materia (y en algunos casos incluso los profanos) suelen llegar a la conclusión de que “se veía venir”. Aunque algunos parámetros pueden diferir (como el momento, la ubicación o el tipo específico del evento), es probable que incidencias similares hayan tenido efectos parecidos en el pasado.
El término “cisne negro” tiene su origen en la creencia (occidental) de que todos los cisnes son blancos porque son los únicos que se contabilizan. Sin embargo, en 1697 el explorador holandés Willem de Vlamingh descubrió cisnes negros en Australia. Este fue un acontecimiento inesperado en la historia (científica) y cambió profundamente la zoología. Tras el descubrimiento de los cisnes negros, parecía obvio que los cisnes negros tenían que existir, al igual que se conocía la existencia de otros animales con distintos colores. En retrospectiva, el contexto circundante (es decir, las observaciones sobre otros animales) parecía implicar la hipótesis del cisne negro: la evidencia empírica la validaba.